Doce víctimas -tres de ellas menores de edad- y oriundas de la zona de Berazategui y Varela, fueron rescatadas en allanamientos realizados el jueves pasado.
Cuatro personas -dos falsos pastores y dos líderes de una congregación religiosa- fueron detenidas el jueves pasado como resultado de ocho allanamientos en el marco de un proceso en el que se investiga a una organización criminal dedicada al delito de trata de personas con fines de explotación laboral, que funcionaría bajo la fachada de una secta religiosa en distintas localidades de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires.
En otros seis allanamientos realizados en localidades de la provincia de Entre Ríos y en Berazategui, Florencio Varela y Quilmes, provincia de Buenos Aires, se secuestraron diversos dispositivos de almacenamiento, folletos de la supuesta iglesia, medicamentos, cuadernos y documentación considerada de interés para la investigación.
Los cuatro detenidos fueron indagados por la titular del Juzgado Federal de Concordia, Analía Ramponi, y la fiscal federal Josefina Minatta en orden al delito de trata de personas con fines de explotación laboral, agravado por abuso de una situación de vulnerabilidad, por ser más de tres víctimas, por la participación de tres o más personas y por existir víctimas menores de edad.
Durante los próximos días están previstas las audiencias de declaración indagatoria de otras siete personas imputadas -que se encuentran en libertad-, que también formarían parte de la organización.
En tanto, las víctimas están siendo asistidas por el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el delito de trata de personas, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Los miembros de la supuesta congregación les retenían a las personas captadas sus documentos de identidad, su documentación personal, sus teléfonos celulares y todo medio que permitiera su contacto con el exterior.
EL FUNCIONAMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN
Según la investigación, la organización captaba a personas en situación de vulnerabilidad (marcada por sus estados de depresión, circunstancias familiares adversas, edades y situaciones socioeconómicas, entre otras), del conurbano sur, con el objetivo de congregarlas en reuniones «religiosas», con mensajes de fe y sobre la existencia de un «Dios” que se comunicaba a través de uno de los falsos pastores.
Las primeras reuniones eran realizadas en una casa quinta llamada «El Rincón del Tío», ubicada en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, de donde son oriundos los hombres que oficiaban como pastores. En ese contexto, los ahora imputados lograban obtener la confianza de las víctimas y captar su atención, para luego trasladarlas y de reducirlas a la servidumbre, a efectos de que realicen diferentes tareas laborales en el denominado «Campo Iti Jerusalém» ubicado en El Redomón, departamento de Concordia.