Mauricio Canosa Fratti y Victoria Núñez, padrastro y madre de Silvana Núñez, fueron condenados a la pena de reclusión perpetua al ser hallados culpables de la violación y asesinato de la niña de 3 años.
Al arribar a la vivienda, los efectivos hallaron a la niña ya sin signos vitales, por lo que procedieron a detener al padrastro, Mauricio Canosa Fratti. El sujeto, en primera instancia, confirmó que mató a la niña porque «no paraba de gritar».
Posteriormente, la autopsia al cuerpo de Silvana determinó que había sido abusada sexualmente y luego asesinada a golpes.
Durante el juicio, llevado adelante en los tribunales del Departamento Judicial Quilmes, se conocieron diversos testimonios que coincidieron en que la niña “le tenía terror a su padrastro”.
Uno de los testimonios clave fue el del médico que realizó la autopsia al cuerpo de la niña. El profesional volvió a destacar (como lo había hecho días posteriores al crimen) los «golpes que presentaba el cuerpo» y las «severas lesiones ginecológicas» que presentaba la víctima.
Durante el juicio, quedó probado también mediante prueba de ADN, que Canosa Fratti había abusado de Silvana en reiteradas ocasiones.
Cabe señalar que la pena dictada por los jueces contra Canosa Fratti y Victoria Núñez es la más dura que prevé el Código Penal.