Es la consigna electoral chavista para los comicios de gobernadores y alcaldes. Las 100.000 dosis del medicamento ruso llegarán a Caracas la próxima semana.
La vacunación de los venezolanos se politiza. Nicolás Maduro anunció que la próxima semana llegarán a Caracas unas 100.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V y los primeros en vacunarse serán los trabajadores sanitarios y los militantes chavistas de su partido Somos Venezuela.
En su alocución de radio y televisión Maduro dijo que “vamos a vacunar a todo el personal médico, al personal sanitario, a los sectores más vulnerables”. Al referirse a la vacunación de esos sectores se comprometió a que los primeros beneficiarios de la vacuna rusa sean los militantes del Movimiento Somos Venezuela.
El partido Movimiento Somos Venezuela (MVS), de tendencia socialista y antiimperialista, lo creó Maduro en junio del 2017 y lo legalizó ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) en enero del 2018. Es curioso que priorice la vacunación a su formación política y no al Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) que fundara Chávez, siendo Diosdado Cabello su vicepresidente.
Sorprende también que Maduro haya firmado en diciembre un contrato con Moscú para adquirir 10 millones de vacunas Sputnik, catalogándolas como las mejores del mundo. Hasta ahora ha omitido todos los anuncios sobre esta contratación, a excepción de las primeras 100 mil dosis que llegarán a Caracas la próxima semana y que alcanzarían solo para 50.000 venezolanos (dos dosis por persona).
La discriminación política de la inmunización, anunciada por Maduro, anticipa que la utilizarán para conseguir «votos por la vacuna», de cara a las elecciones regionales de gobernadores y alcaldes previstas para mediados del año para favorecer tal vez a su hijo Nicolasito, quien es candidato para gobernador de Vargas (el litoral de Caracas). Este mismo mecanismo coercitivo de “el que no vota no come” lo aplicó el chavismo en las elecciones legislativas del 6 de diciembre pasado.
Problemas de caja
Pero la vacunación de los venezolanos para protegerse del coronavirus no solo enfrenta la politización y discriminación del régimen sino la falta de financiación para adquirirla internacionalmente. Y es que el régimen de Maduro le debe entre 11 y 18 millones de dólares a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lo que bloquea el suministro de las vacunas anticovid.
Este martes venció el plazo para que Venezuela pague las vacunas contra el covid-19 que tiene reservadas a través del fondo de acceso global (Covax) de la Organización Panamericana de la Salud.
Paollo Balladelli, representante de la OPS en Venezuela, informó hace una semana de la fecha límite. Se deben costear entre 1.425.000 y 2.409.600 dosis de vacunas AstraZeneca, que llegarían al país a finales de febrero.
El gremio médico y expertos han expresado preocupación ante la ausencia de un acuerdo político entre Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de la República, y Nicolás Maduro para el pago con recursos venezolanos en el exterior.