Marcelina Vázquez Benítez, la madre Lucas Escalante, dijo hoy que no saben «qué hacer ni adónde ir» y que quiere a su «hijo vivo» al cumplirse cuatro meses de la desaparición del joven, que fue visto con vida por última vez el 9 de diciembre pasado cuando salió de Florencio Varela junto a Lautaro Morello, a quien días después hallaron asesinado.
«Este domingo de Pascuas van a ser cuatro meses de algo que me cuesta y me supera. Yo quiero vivo a mi hijo», sostuvo la mujer, quien «reza porque aparezca» Lucas con vida.
Sin embargo, la mujer reconoce: «No sabemos nada de él, ni una zapatilla o algo.»
«Uno trata de pensar en otras cosas, pero es imposible, como decimos en la familia: nos falta uno y ése uno es Lucas Escalante», señaló Marcelina.
Luego, la mujer recordó cómo era su relación con su hijo: «Él vivía solo, pero estaba más en mi casa que en la suya. Aparecía a las dos o tres de la mañana y me decía ‘má, ¿estás en tu casa?’ y venía, y se quedaba el fin de semana y después se iba a trabajar o se quedaba toda la semana.»
«Yo ruego como Lucas, que siempre me mandaba un mensajito y me decía ‘má, prendele una velita a la Virgen así me va bien’, como cuando fue a hacer su registro hace poco», continuó la mujer.
Marcelina dijo que ella tiene «fe y esperanza» de encontrar a su hijo con vida y que espera que la Justicia pueda «llegar a él».
Por su parte, Romina, la hermana de Lucas, reconoció que «cada vez se hace más difícil la espera».
«Es duro porque te empezás a imaginar el peor escenario, que no lo vas a encontrar o cómo lo vas a encontrar. Si bien avanza la causa de a poquito, es muy lento para nosotros. Es como que el tiempo no pasó, seguimos como el nueve de diciembre y sentimos que no pudimos avanzar desde ese día», señaló la joven.
Romina indicó que este lunes de abril van a realizar una concentración desde las 19 en reclamo de justicia en las cinco esquinas en Florencio Varela, sobre avenida Eva Perón.
«Lo primero que me viene a la cabeza cuando tengo que hablar de mi hermano es que es un chico chistoso y gracioso, siempre haciendo chistes y molestando», recordó la joven.
Romina contó que son seis hermanos y que Lucas es el más chico, y que ella le decía: «‘Vos sos un bebé gigante.»
La hermana destacó que Lucas «siempre cumplía sus responsabilidades» y que «trabajaba en la obra» con su padre.
«También era muy creyente, por eso siempre prendemos velas y seguimos prendiéndolas por él, para que aparezca», agregó.
Según Romina, «Lucas es un pibe normal, de su casa, que lo único que hacía era ir del trabajo a estar con su familia» y que reside en el mismo edificio que ella y otra hermana.
«Me esperaba a que volviera de la facultad, me bajaba a abrir e íbamos a cenar dos o tres veces por semana a la casa de mi papá», contó.
«Todos los domingos es sagrado ir a almorzar a la casa de mi mamá. Él no tomaba, un pibe súper sano y normal. El cuatro de noviembre fue su cumpleaños y estaba feliz y contento con todos sus amigos festejando y con su familia», relató Romina y concluyó: «Él es la felicidad.»