Por: Rodrigo Gastón Hernández
A los días, la niña sufrió un derrame cerebral en el hemisferio izquierdo del cerebro, dejando como secuela una parálisis cerebral (grado 4), la cual le impedía caminar por sus propios medios. La infante, estuvo en Neonatología hasta marzo del siguiente año, período en el que a su vez contrajo SEPSIS: Una infección generalizada en la sangre, donde estuvo expuesta a varias transfusiones.
Al año de vida, fue adoptada por Inés Kotur y Nicolás Mazar, quienes desconocían de su condición. Sin embargo, no les importó y la amaron incondicionalmente.
El origen de su nombre pertenece a una enfermera, quien fue quien la cuidó cuando estuvo en el área de Neonatología, y en honor a ella, decidieron bautizarla con el nombre de dicha cuidadora, quien la cuidaba junto a su hermana melliza.
A lo largo de su vida, Cecilia asistió a diversas terapias y médicos: kinesiólogos, psicólogos, etc. Dichas terapias la ayudaron a mejorar su condición de vida. Del mismo modo, Cecilia comenta que fue operada en 11 ocasiones diferentes y afirma que eso fue lo que la ayudó a caminar. A su vez, comenta que a los 15 años fue diagnosticada con epilepsia.