Desde el mediodía, una feria popular ocupó los laterales de la Plaza de Mayo, ofreciendo indumentaria, accesorios, maquillajes, alimentos y otras producciones de artesanos y cooperativas, mientras que delante de la Pirámide de Mayo se montó un escenario en el que artistas animaron la jornada con música y bailes.
Distintas organizaciones sociales y políticas prepararon para esta jornada los ya tradicionales camiones que fueron adornados como carrozas para el desfile y desde los que alentaban a la multitud a bailar con distintos ritmos musicales.
Un clima de felicidad y compromiso
El clima festivo era compartido por los miles de personas que se concentraron en la Plaza de Mayo para marchar hacia el Congreso, en una jornada compartida también por una diversidad de expresiones partidarias e ideológicas, y una diversidad etaria que alcanzaba desde parejas de adultos mayores hasta grupos de adolescentes pasando por distintas conformaciones familiares todas bajo la bandera del arcoíris.